FHCV – Federación de Hockey de la Comunidad Valenciana Temporada 2021-2022
Artículos Relacionados
Por Matías L. Sartori (FHCV) | Cae el sol sobre el campo de hockey de Beteró. El estadio de Valencia ruge con la llegada de selecciones de todas partes del continente. En esta oportunidad, el motivo es el EuroHockey Junior Championships, pero podría tratarse de una World League, Hockey Series Final o Pro League. Da igual la competición oficial -o extraoficial- ellos están ahí. A pie del cañón. A orillas del flamante azul que caracteriza uno de los escenarios más populares del planeta hockey. El campo del polideportivo Virgen del Carmen-Beteró, conocido mundialmente, reluce para acoger una nueva competición.
Junto al terreno de juego, se encuentran los recogepelotas. Como peones en un tablero de ajedrez, se distribuyen a lo largo del campo. Los ballpatrols, espectadores de lujo, repasan el protocolo en el exterior del campo. Repiten cada gesto, cada posición, imaginando cada posible jugada. Saltan al terreno de juego y se ubican en el centro del campo, mientras cada equipo finaliza su calentamiento. En ese instante, acaparan el centro de la pista evitando que cada bola no pase al otro campo. Contemplan a cada jugador. A cada equipo. Su trabajo comenzará en nada. En realidad, ya ha comenzado.
Cuando las selecciones se retiran para preparar su entrada en el campo, ellos y ellas emulan el ritual de salir para volver a entrar. Suenan los himnos. Se levanta el telón del partido. Previamente, un trago de agua para hidratarse, se ajustan la camiseta dentro del pantalón y las gorras son recolocadas. Llega el momento de poner en práctica la teoría explicada por su coordinador. Aquellas que repasaron una y otra vez. Es hora de saltar al campo, junto a los equipos.
Atención. Concentración. Rapidez. Tres cosas a tener en cuenta. Eso, y soportar el calor, las prisas de algunos jugadores y evitar tropezar con algún fotógrafo espontáneo, que se convertirá en su compañero durante el partido. O, quizás, durante el torneo.
La tarea del recogepelotas es tan importante para muchísimos deportes. En hockey, su tarea es imprescindible para la fluidez del partido, la tranquilidad de los jueces y para agilizar el encuentro entregando y recogiendo cada bola. Forman parte del juego.
El equipo de comunicación de la Federación de Hockey de la Comunidad Valenciana ha entrevistado a una de las recogepelotas más ‘veterana’. Su nombre es Celia Lafuente Alcázar, 14 años, y pertenece al CH Carpesa.
“Soy recogepelotas desde los 7 años y mis hermanos (Quique y Bea). Recuerdo que vimos un anuncio de la página web de la FHCV, nos pareció buena idea y nos presentamos para recogepelotas. Mi hermano mayor empezó en el colegio jugando a hockey. Él empezó y, al ver que me gustaba, y apunté”, recordaba.
- ¿Por qué aquella vez que te gustó has repetido 7 años más?, le preguntamos.
Celia responde sin pensar. Como una respuesta automática. “Como recogepelotas es una experiencia muy chula porque puedes ver el hockey de más alto nivel desde primera línea, puedes colaborar en el crecimiento del deporte y conocer a los mejores jugadores del mundo”, afirma convincente.
La jugadora del Carpesa no tiene problemas para recordar los torneos en los que ha estado sobre la línea. “EuroHockey Sub16 y Sub-18 en 2012, World League 2013, 2015 y 2017, 4 Naciones y 6 Naciones 2016, FIH Pro League 2019 , Hockey Final Series 2019 y el EuroHockey 2017 y 2019”, señalaba haciendo memoria.
Celia nos explica cómo es la rutina habitual en cada partido. “Llegamos una hora antes, si hay uno nuevo le explican los coordinadores la labor que tiene que hacer durante el partido. Cuando los equipos empiezan a tocar bola para calentar salimos a línea de medio campo por si se pasa alguna bola de un equipo al campo contrario para facilitar la labor a los jugadores y que no tengan que cansarse más”.
- ¿Recuerdas algún momento puntual que haya pasado en algún partido, alguna anécdota o hecho gracioso que te haya tocado vivir?- preguntamos
Celia sonríe. Se sonroja. El recuerdo viene a su mente y parece revivirlo en ese instante. Parece dubitativa a la hora de explicarlo. Finalmente, vuelve a sonreír y confiesa: “Una vez iba a dejar una bola y, cuando estaba yo agachada, vino una jugadora de Las Leonas (Argentina) corriendo y no me vio. Nos caímos las dos. Ocurrió en la World League del 2015. Recuerdo que nos enfocaron en la cámara y, lo más gracioso es que salió en la TV. Aún me acuerdo de aquella jugadora con el número 17”, enfatiza.
- ¿Por qué te gusta ser recogepelotas? –
“Por el hockey. Si te gusta el hockey esto es el máximo nivel que puedes ver. Cuando ves sub 21, puedes ver después si sigues a algún jugador y también su evolución. Yo, por ejemplo, sigo a un portero inglés, número 2, desde hace muchísimos años y espero verle en unos años en la absoluta. Creo que es una manera de ver el nivel de grandes jugadores, aprender de ellos y hacer un seguimiento. También es un buen aporte para el hockey valenciano”, finaliza.
Esta es la historia de una de las tantas personas que, voluntariamente, se ofrecen como recogepelotas. Gente como Celia es la que engrandece a este deporte. Si alguna vez te hicieron la invitación o te has preguntas “¿y si nos apuntamos como recogepelotas?”, posiblemente puedas disfrutar como Celia. El hockey valenciano se enorgullece de la buena labor de sus ballpatrols. Y el hockey europeo, también.
